Resulta que trabajar con Microsoft 365 Copilot es muy parecido a cocinar.
Como explicó recientemente Jared Spataro, vicepresidente corporativo de aplicaciones comerciales y de trabajo modernas de Microsoft, hablar con Copilot requiere que usted se ponga el gorro de chef y piense en sus ingredientes. “Resulta que lo que pones realmente importa”, dice Spataro. Y el ingrediente más importante de todos es el contexto.
También es la parte de la receta que la gente tiende a olvidar. Si desea que Copilot redacte un correo electrónico por usted, seguramente le dirá a quién se lo está enviando y cuáles deben ser los puntos clave, pero es posible que no mencione por qué está enviando el mensaje en primer lugar. Los matices importan: ¿el tono de voz debería ser optimista? ¿Conciliador? ¿Cómo debería hacer sentir al destinatario? ¿Qué debería inspirarles a hacer? Todos estos factores ayudan a Copilot a ofrecer las sugerencias más relevantes.
Con los motores de búsqueda tradicionales, hemos sido entrenados para utilizar la menor cantidad de palabras posible para generar los mejores resultados. Con Copilot, por otro lado, más descripción da mejores respuestas. Y no se preocupe por usar buena ortografía, gramática adecuada o estructura de oraciones clara; esas cosas no le importan a Copilot. Puede corregir tus errores y convertir tu cerebro más desorganizado en una obra de arte.
Lo que Copilot no puede hacer es leer tu mente. Entonces, si te ayuda a escribir un discurso, dile cómo quieres que se sienta la audiencia al final, y también cómo se podrían sentir antes de comenzar: ¿es a primera hora de la mañana cuando la audiencia está llena de energía y café recién hecho? ¿O estarán en la niebla después del almuerzo?
Cuanto más reflexivo sea sobre estos aportes, mejores serán los resultados. Al principio puede parecer un trabajo extra; después de todo, ya conoces todos estos detalles, así que ¿no sería más rápido simplemente escribir el discurso tú mismo? Pero hacer un esfuerzo inicial para asegurarse de que Copilot sepa lo que hay en su cabeza le permite ayudarle a trabajar más rápido durante todo el proyecto, desde el primer borrador hasta el producto terminado.
Al igual que cocinar, hablar con Copilot es a la vez un arte y una ciencia. Recompensa la exploración y la experimentación, y puede (y debe) ser divertido. Así que olvídate de ser perfecto y concéntrate en poner una variedad de detalles contextuales en el bote. Te sorprenderá lo que ofrece Copilot.
